domingo, 19 de octubre de 2008

"Música" y "Pensando en ella escribo"

Son las 6 de la mañana, pero he cometido el "error" de escuchar música. Error entre comillas. Sin música, no se que haría. Me acompaña siempre, en buenos o malos momentos. Siempre esta ahí, si no en mis oídos, en mi corazón. Pensareis que me estoy poniendo moñas, pero me apasiona la música. No es un secreto. Ahora voy a hacer algo que llevo tiempo sin hacer: escribir mientras oigo música. Dejar que mis dedos bailen en el teclado. Lo voy a intentar con Beethoven: Para Elisa". A ver que sale.

La ve bailar. Se mueve como los ángeles cuando surcan el cielo. Sueña su rostro. En cada gota de lluvia, en cada soplo de vida, la siente. Mueve sus labios pronunciando su nombre. Nunca una palabra pudo definir tan fielmente el ideal de belleza, de perfección. Sueña con ella. Ruega por no volver nunca de las Tierras Oníricas, donde ella y él pueden estar juntos por toda la eternidad. Una lágrima cae de su mejilla cuando despierta. Junto a él, un vacío. Se angustia. El corazón late sin remedio al descubrir que ella no está. Desesperado se levanta, mientras un mar de lágrimas cubre su rostro. Todo esta perdido. No tiene sentido seguir aquí.

Un coro celestial pronuncia su nombre.

Ella lo mira. Roza sus labios con sus dedos Acaricia su pelo.

Dos seres unidos. Dos almas creando sinfonías, cuya belleza sólo puede apreciarse en la tierra entre el sueño y la Vigilia. Nunca una melodía había expresado un sentimiento tan puro y verdadero.




Pensando en ella escribo. Siento. Sueño. Dormido o despierto.

No importa que pase, no importa cuanto camino recorra, siempre me lleva a ella.

A menudo paseo, cogido de su mano, por esbozos de aquel que soy, de aquel que seré, de aquel que pude haber sido.

En el día más brillante la miro, y si me abandona, será la noche más oscura.

Pinto los cielos con su nombre, usando las estrellas como pincel.

De nuevo la pierdo, para volver a encontrarla, rodeada de mis más íntimos sueños.

Quiero surcar su alma con este frágil bajel construido por mis temblorosas y ansiosas manos.

Oír como la tempestad acalla su rugido al pronunciar su nombre. Saber que allá dónde mis pasos me lleven, ella estará.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre... impresionante la capacidad que tienes para transmitir sentimientos, tienes alma de poeta. Besos Kanon.

P.D. La otra noche soñe con tu camisa de cuadros, jajaja q recuerdos xiquillo.^^

isidro dijo...

Ay, querido Galiard, ¿qué sería de nosotros sin música?
Se ve que te inspiró bien la canción, y sacando a palestra el tema de ayer, habrá que verte escribir cuando estés calzonazos ;-)

Un abrazo.

maria dijo...

Que duro resulta despertar y ver que en tu cama no esta Ella. Es duro porque la has sentido tan cerca de lo que te conforma, tan dentro de ti que es la única que puede hacernos daño.

Preciosa inspiración la tuya corazón. ¿acaso será para alguna Elisa?

Saludos