sábado, 15 de diciembre de 2007

Ella

La mira. Escucha la música, toma su copa y bebe. Intenta distraerse hablando con otros compañeros, pero es inútil. Tarde o temprano su mirada la busca. La ve bailar, sonreír, y él hace lo mismo. "Es mi diosa" se dice a sí mismo. Sabe que no funcionaría, pues sería como intentar unir día y noche, pero desea por encima de todo estar con ella. Por un momento junta su mano con la de ella, pero la suelta. No es correspondido y lo sabe, pero hay gestos, miradas en determinados momentos, incluso cree que ella lo busca a él de vez en cuando. "Será el alcohol", piensa, y reprime una lágrima. Hace lo único que se le ocurre en ese momento, beber más. Se pierde entre la multitud en busca de otra copa, pero su mirada siempre acaba en ella. "Cuando despierte mañana, y el alcohol no esté, esto no importará". Se equivocaba. Despertó, y ella seguía allí.

3 comentarios:

Luna dijo...

Me encanta como escribes, el sentimiento que muestras en cada palabra; Pero parece que el amor solo te hace sentir dolor, es tan triste...
De todas formas una vez mas me has transmitido algo, esperare con anhelo tu proxima entrada ;-).

Charles X dijo...

Te dije que por mucho que digas lo de agua y aceite,todo es posible(menos lo de volar y demas,que solo lo creen los esquizos). ¿Por que no probar?
Ya hablaremos

Queen dijo...

Hablando de una experiencia propia Daniel-san? ^^