lunes, 5 de octubre de 2009

Un Instante Previo

Frente a él, un cielo con la estrella más brillante de todas.
Un largo abrazo, dio paso, como un redoble de tambores, a ese momento previo al primer beso.
Un momento en el que el corazón palpita tan fuerte como las olas rompiendo en las rocas, guiándote a la otra persona.
Tus ojos la miran, como si esperasen abrirse y darse de bruces con la realidad. Una realidad en la que ella no esta, en la que eso no sucede.
Temes despertar y que ese momento en que sus ojos se cruzan con los tuyos nunca haya sucedido. Y entonces, el roce de unos labios hace que todos tus sentidos se cieguen a ese momento, en que parece que el tiempo se detiene, y el universo parecer esperar para continuar con su danza.
Y al separarse, esos labios, origen de ese mágico instante, continúan frente a ti.
Y no puedes evitar sonreír. No sabes del todo por qué, pero no importa, dejas que la melodía marcada por su sonrisa guíe tus pasos.
Y ese primer instante, justo antes de beber de sus labios, permanece.