viernes, 26 de septiembre de 2008

Splinter (nada que ver con la rata de las Tortugas Ninjas)

Leyendo el Salon del Mal, página que recomiendo a los frikis que pasan por aqui, que supongo que alguno que otro habrá (levantad la manos pillines), he visto el trailer de una peli, realizada con efectos "de toda la vida" y CGI, que al parecer esta altamente influenciado por el estilo de los 80´s.
¿Qué me decis gente? ¿Os animais?.

Aqui os paso el enlace a la noticia en cuestión. Splinter

jueves, 25 de septiembre de 2008

Miedo

Tengo miedo. Da igual cuanto lo niegue. Me asusta saber que te he perdido cuando ya es tarde. Sin segundas oportunidades. Tengo miedo de despertarme todos los días pensando que te tuve cerca pero nunca lo supe. Miedo a sentirme vacío sin nadie a mi lado. Intento ocultar mi miedo tras una máscara de hierro forjada con descaro, evitando así esconderme entre la sabanas de una cama que tantas veces me ha visto llorar. Me asusta no conocer nunca el aroma de tu piel, o el tacto de tus labios. Me aterra creer que cuando la Parca venga a por mí, no pueda pedirle más tiempo para estar contigo. Ser sólo piezas de un hombre completo, por no encontrar alguien que me complete...

Pero lo que más me aterra, es no poder vislumbrar tu rostro. Soñar contigo y que aunque te mire a la cara, no pueda verte.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Regreso

Bien apañeros y apañeras, hemos vuelto.

Tras varios días de caminar y 210 kilómetros recorridos (que se dice pronto) ha vuelto de tierras gallegas el equipo de exploración del Huhtamaqui Squadron, compuesto por el incansable montaraz Victor, el veloz semi elfo Said y vuestro anfitrión, el carismático beornida Kanon... también venía la joven padawan Maite-chan.

El viaje, espectacular. Debo reconocer que el primer día estaba muerto, hasta quería volver, porque estaba reventado. Pero decidí seguir adelante. Tras varios días de caminar, por paisajes dignos de J.R.R. Tolkien o Gary Gygax, conseguimos llegar a nuestro destino en Santiago de Compostela. Hubo etapas más duras que otras, pero la recompensa merecía la pena. En nuestra mente quedan grabados los paisajes que hemos visto, las anécdotas del camino (perlas de Maite incluidas), la gente que hemos conocido y la gastronomía (aún se me caen dos lagrimones cuando recuerdo el entrecot de ternera al queso de Arzúa).

No me arrepiento para nada de haber ido, es más, estoy seguro que de haber vuelto o no haber hecho el Camino, me habría arrepentido. A mis compañero de viaje sólo puedo decir, gracias. Ha sido alucinante. Hay que repetir.